Gus y Lola han invitado a sus amigos a casa para jugar, pero mamá propone un nuevo juego: ser la profesora. Lo que comienza como algo divertido se convierte en un auténtico caos cuando mamá se toma su papel demasiado en serio. Una historia cargada de humor que muestra cómo a veces los padres también exageran. Ideal para leer en familia y reflexionar sobre los roles cotidianos.