Vidal Escabia, el protagonista de esta historia, ha seleccionado setenta y un libros en un cuarto oscuro de su casa con la idea de escribir un canon desplazado, intempestivo e inactual, disidente de los oficiales. Cada mañana, elige al azar uno de ellos y saca a la luz un fragmento con destino al canon, pero lo que desentraña su lectura influye en su vida y también en su escritura. La novela es una invitación a reflexionar sobre el arte literario, la lectura y la escritura.