En el verano de 1929, en Gijón, la joven Manuela, de diecisiete años, comienza a trabajar como criada en la mansión de los marqueses de Armayor.
Rodeada de un lujo que contrasta con la pobreza de su aldea natal, Manuela experimenta la arrogancia y el desamor, pero también descubre el arte de la costura y forja una amistad inquebrantable con Alexandra, la única heredera de la familia.
Años después, a pesar de pertenecer a mundos distintos, Alexandra se convierte en su mayor apoyo cuando la Guerra Civil obliga a Manuela a separarse de su hija Telva, quien es enviada a Rusia junto con otros niños de la zona republicana.
Manuela intentará recuperarla décadas más tarde, arriesgándolo todo en el proceso.
La añoranza de Telva, un destino a veces desalmado y una gran historia de amor marcarán la vida de Manuela, en una novela que rinde homenaje a todas aquellas mujeres que siempre lucharon por seguir adelante.